Chile acaba de dar un gran paso con la aprobación de la Ley N.º 21.719, que regula la protección de datos personales y se alinea con estándares internacionales como el GDPR europeo. Esta ley busca mejorar la privacidad de los ciudadanos, asegurando que empresas y organismos públicos manejen la información de manera más responsable y transparente.
Al mirar la experiencia europea, Chile tiene una oportunidad valiosa para aprender de los retos y soluciones que surgieron al implementar el GDPR. Analizar cómo las organizaciones en Europa adaptaron sus procesos y estructuras regulatorias puede ofrecerle a Chile claves para una transición más ágil y efectiva, evitando errores comunes en el camino.
Panorama general del GDPR
El GDPR se basa en principios clave que buscan garantizar la protección de la privacidad de las personas. Entre ellos destacan la licitud, que asegura que los datos solo se recojan de manera legítima, y la transparencia, que obliga a las organizaciones a ser claras sobre cómo usan la información.
Además, promueve la minimización de datos, es decir, solo recolectar lo necesario. La ley N.º 21.719 de Protección de Datos Personales también refleja estos valores, incorporando principios similares como la finalidad, que exige que los datos se usen solo para el propósito para el cual fueron recolectados, y la responsabilidad, que responsabiliza a las organizaciones por el manejo adecuado de la información.
Derechos ARCO
Uno de los pilares del GDPR, y también de la nueva ley chilena de protección de datos, es la protección de los derechos de los individuos sobre sus propios datos personales. Los derechos ARCO permiten a las personas controlar cómo se usan sus datos, otorgándoles el poder de acceder a la información que las organizaciones tienen sobre ellas, corregirla si está incorrecta, eliminarla cuando ya no sea necesaria o incluso transferirla a otra entidad.
Estos derechos son esenciales tanto para proteger la privacidad de los ciudadanos como para fomentar la confianza en las prácticas de manejo de datos. La ley chilena también reconoce estos derechos, asegurando que las personas puedan ejercer su control sobre la información personal de manera sencilla y transparente.
Derechos ARCO
- Acceso: Derecho a obtener información sobre los datos que una organización posee sobre uno mismo.
- Rectificación: Derecho a corregir datos inexactos o incompletos.
- Cancelación: Derecho a solicitar la eliminación de los datos personales cuando ya no sean necesarios para el propósito original.
- Oposición: Derecho a oponerse al tratamiento de datos personales en determinadas circunstancias.
- Portabilidad: Derecho a recibir los datos personales en un formato estructurado, comúnmente usado, para transferirlos a otra entidad si así se desea.
El rol del DPO
El Delegado de Protección de Datos (DPO, por sus siglas en inglés) juega un papel crucial en el cumplimiento de las normativas de protección de datos, tanto en Europa como en Chile. Este profesional actúa como punto de contacto entre la organización y las autoridades de protección de datos, y tiene la responsabilidad de velar por el cumplimiento de la normativa interna.
Entre las principales obligaciones del DPO se incluyen la realización de evaluaciones de impacto sobre la protección de datos, asesorar a la empresa sobre la implementación de medidas de seguridad, y monitorizar las prácticas de manejo de datos personales para garantizar su conformidad con la ley.
Además, el DPO debe estar disponible para asistir a los empleados en la identificación de riesgos relacionados con el tratamiento de datos. Si bien algunas pequeñas empresas pueden eximir a este cargo de forma directa, muchas organizaciones, especialmente las que manejan grandes volúmenes de datos sensibles, deberán contar con este rol fundamental.
Implementación del GDPR en Europa: Retos y Soluciones
Cuando el GDPR entró en vigor, las organizaciones europeas se enfrentaron a varios desafíos. Muchos no estaban completamente preparadas para cumplir con la normativa, especialmente en términos de tecnología, procesos y cultura organizacional. Vamos a detallar los retos más comunes y las soluciones adoptadas para enfrentarlos.
- Falta de preparación técnica: Muchas empresas carecían de las infraestructuras necesarias para gestionar y proteger los datos personales conforme al GDPR. Como solución, las organizaciones invirtieron en sistemas más robustos y herramientas especializadas para cumplir con los requisitos de seguridad y control de datos.
- Necesidad de actualizar sistemas y procesos: El GDPR exige que las empresas revisen sus procesos internos y sistemas de manejo de datos. Las organizaciones se enfrentaron a la tarea de actualizar sus bases de datos y modificar sus flujos de trabajo para garantizar la transparencia y la seguridad. Para ello, contrataron expertos en privacidad y renovaron sus plataformas digitales.
- Capacitación del personal: La capacitación en privacidad de datos se convirtió en una prioridad. Las empresas implementaron programas de formación continua para educar a los empleados sobre la normativa, las mejores prácticas y la importancia de proteger los datos personales. Además, se crearon equipos especializados en protección de datos.
- Costos asociados al cumplimiento: Cumplir con el GDPR implicaba no solo inversiones en tecnología, sino también en personal especializado. Para gestionar los costos, muchas empresas contrataron personal especializado, entre ellos Delegados de Protección de Datos (DPO), y adoptaron un enfoque más preventivo, creando políticas y procedimientos que no solo cumplían con la ley, sino que también mitigaban riesgos futuros.
Comparación entre el GDPR y la nueva ley chilena de protección de datos
El GDPR y la nueva Ley Chilena comparten varios principios clave, como la transparencia, la minimización de datos y el consentimiento explícito. Además, las organizaciones deben aplicar medidas técnicas y organizativas para proteger los datos personales basándose en sus principios.
En la siguiente tabla podrás ver los propósitos de cada principio para cada normativa:

Diferencias clave
Aunque las normativas comparten principios y derechos similares, existen algunas diferencias importantes. Por ejemplo, las sanciones en el GDPR son más estrictas, con multas que pueden alcanzar hasta el 4% de la facturación global anual. En Chile, las sanciones también son significativas, pero la estructura de las autoridades de control es más joven y está en proceso de consolidación. A continuación, un cuadro comparativo:

Influencia en la adaptación de las organizaciones chilenas
Las diferencias clave entre el GDPR y la ley N.º 21.719, como las sanciones y la estructura regulatoria, pueden tener un impacto significativo en la forma en que las empresas chilenas se adaptan a la nueva ley. Mientras que las empresas europeas ya tienen experiencia con las altas sanciones, en Chile las organizaciones tendrán un período de transición antes de enfrentar multas tan altas.
Lecciones clave para Chile desde la experiencia europea
Aprender de la experiencia del GDPR en Europa es crucial para las organizaciones chilenas, ya que les permite anticiparse a los desafíos que podrían enfrentar al implementar la nueva Ley de Protección de Datos. Los errores cometidos por las empresas europeas durante la transición ofrecen valiosas lecciones que pueden ser aplicadas para asegurar una implementación más eficiente en Chile.
La importancia de preparar con antelación a las organizaciones
El GDPR obligó a las empresas a adaptarse a nuevas normativas sin mucha anticipación. Chile tiene la ventaja de contar con un periodo de transición para implementar los cambios necesarios, lo que permite a las organizaciones prepararse adecuadamente antes de la entrada en vigencia de la ley.
Ya que la nueva Ley de Protección de Datos en Chile entrará en vigencia en diciembre de 2026, las organizaciones tienen tiempo para prepararse de manera adecuada. Aprovechar este periodo para estudiar las estructuras de cumplimiento ya implementadas en Europa puede ser una estrategia clave.
Uso de tecnologías avanzadas para gestionar datos personales
Para cumplir con la nueva Ley de Protección de Datos en Chile y proteger la información personal de manera efectiva, las organizaciones deben considerar diversas tecnologías avanzadas. Algunas de las soluciones recomendadas incluyen:
- Rastreo y monitoreo de dispositivos: Permite monitorear la ubicación y uso de dispositivos que almacenan información sensible, ayudando a detectar cualquier comportamiento no autorizado.
- Cifrado de datos: Protege la información personal mediante técnicas de cifrado, garantizando que los datos solo sean accesibles para las personas autorizadas.
- Autenticación multifactor (MFA): Añade capas adicionales de seguridad para verificar la identidad de los usuarios antes de permitir el acceso a sistemas que contienen datos personales.
- Monitoreo de la dark web: Utiliza herramientas para detectar si los datos personales o credenciales de acceso han sido comprometidos o filtrados en redes no visibles, lo que permite a las empresas reaccionar de manera proactiva.
- Plataformas de gestión de datos personales: Facilitan la organización y protección de datos en conformidad con las normativas de privacidad, incluyendo la automatización de procesos de acceso y rectificación de datos.
- Inteligencia artificial (IA) para análisis de riesgos: Utiliza algoritmos de IA para identificar posibles brechas de seguridad o puntos vulnerables en los sistemas que gestionan datos personales.
El rol crítico del DPO como punto de enlace con la autoridad reguladora
El Delegado de Protección de Datos (DPO), aunque no es un requisito obligatorio en la ley N.º 21.719, es un actor clave en la gestión de riesgos y cumplimiento. Contar con personal capacitado en protección de datos y ciberseguridad permite a las organizaciones implementar mejores estrategias de seguridad, responder de manera eficiente a incidentes y asegurarse de que los procesos cumplen con la normativa vigente.
Además, el DPO actúa como enlace directo con la autoridad reguladora, facilitando auditorías y reduciendo el riesgo de sanciones. En un entorno donde las amenazas digitales están en constante evolución, tener un profesional que entienda tanto los aspectos legales como los técnicos es una ventaja que puede marcar la diferencia en la protección de la información y la reputación de la empresa.
Anticípate al cambio: La importancia de comenzar temprano
Aprender de la experiencia europea es esencial para implementar una protección de datos efectiva en Chile. Las organizaciones que adopten medidas proactivas no solo evitarán sanciones, sino que también ganarán la confianza de sus clientes y mejorarán su reputación. Además, una adecuada gestión de datos asegura la privacidad de los individuos, un derecho cada vez más valorado en un mundo digital.
Es crucial que las organizaciones chilenas comiencen su proceso de adaptación ahora, en lugar de esperar a que la ley entre en vigencia en 2026. Aprovechar el tiempo disponible para ajustar políticas, entrenar personal y adoptar tecnologías adecuadas les permitirá cumplir con los nuevos requisitos de manera eficiente, evitando problemas de última hora y garantizando el cumplimiento desde el principio.